martes, 2 de febrero de 2010

Concejo Municipal de Turrialba censura denuncia de vecina hacia un regidor por clientelismo político


- En Turrialba el Concejo Municipal le teme a la voz de las ciudadanas, especialmente cuando estas piden el uso de la palabra para denunciar el clientelismo político de uno de los regidores de Liberación Nacional, Arturo Rodríguez, candidato a reelección en dicho puesto.

En busca de oportunidades de estudio Michelle Andrea Calvo Valerín, estudiante de colegio, asistió con su madre Carol Valerín Chávez, a la Municipalidad de Turrialba para solicitar un formulario de beca que le permitiera continuar sus estudios de secundaria. En dicha institución fueron atendidas por el regidor liberacionista Arturo Rodríguez, quien actualmente aspira a la reelección mediante el Partido Liberación Nacional, quien negó la entrega del documento de forma agresiva y clientelar.

Doña Julia Valerín Chávez, madre de Carol, manifestó que tanto su hija como su nieta se sintieron muy afectadas, pues Rodríguez le dijo a su hija: “¿Cómo viene usted a que yo le ayude, no ve a su mamá la gran bandera que tiene ahí? Dígale que la quite de ahí, que hasta me dan ganas de vomitar cuando la veo. Si quiere la solicitud que quite la bandera, y pase después de las elecciones a ver qué pasa”. Este reclamo se debió a la bandera de un partido diferente a liberación nacional que doña Julia colocó en su casa.

Durante la sesión municipal del día martes 2 de febrero del año en curso, Doña Julia Valerín en su derecho ciudadano solicitó al Concejo Municipal de Turrialba, por medio de moción presentada por el regidor Carlos Franco, el uso de la palabra para denunciar ante el Concejo lo ocurrido. En repudio de estas prácticas clientelistas, personeros del Partido Acción Ciudadana, Movimiento Libertario, Partido Unidad Social Cristiana y Partido Agrícola Cartaginés acompañaron a doña Julia para brindarle su apoyo, sin embargo en un acto de cobardía la moción fue rechazada, contando con tan sólo el voto favorable del proponente Carlos Franco. El rechazo de dicha moción tenía el claro objetivo de silenciar la voz de esta humilde ciudadana.

A la salida de la Sesión Municipal las y los representantes de las diferentes fuerzas políticas se reunieron en la entrada de la Municipalidad en ejercicio de su derecho de reunión pacífica para discutir asuntos políticos y examinar la conducta pública de los funcionarios, consolidado en el artículo 26 de la Constitución Política. En dicha reunión, se dialogó sobre la importancia de repudiar conjuntamente estos actos clientelares. Pese a que la Constitución protege este derecho, en menos de tres minutos la policía se hizo presente en el sitio, acercándose a las y los presentes con sus macanas en mano y exigiendo silencio de forma intimidatoria.